9/11/14

FESTIVALES EN FIVAC

Ánimas de realidad

El arte, cada día más, se desprende de cuantas ataduras puedan coartar su libertad; el campo de la videocreación se erige como uno de los más heréticos respecto de esta voluntad iconoclasta. Por tanto, sabemos cuán difícil resulta ya la clasificación ortodoxa y estática de géneros y subgéneros dentro de la producción contemporánea en soporte de video y, sobre todo, de cuán rápido pueden devenir estas clasificaciones obsolescencias teóricas. No obstante, el videoarte -como no renuncio aún a llamarle a este vasto campo de morfologías tan diversas- continúa siendo un reto imantado para quienes nos acercamos a él con intenciones no solo de fruición.

La muestra que se presenta en esta ocasión se ha estructurado a partir de los archivos que ha ido conformando FIVAC, específicamente con el espacio La Próxima Resistencia, y tiene la intención de recorrer, a través de estas obras, un imaginario peculiar conseguido desde diferentes técnicas de la animación. Resulta sugerente notar cómo detrás de cada una de estas obras, a pesar de las diferencias apreciables entre la mayoría de ellas, subyace la inconformidad con los propios confines de la realidad; de esa realidad tantas veces referida, tantas veces reflejada, tantas veces documentada, pero que nunca deja de ser la realidad misma.

Ahora estamos en presencia de realidades inventadas, soñadas, anheladas; con tempos anárquicos y autosuficientes; con gravedades irreales; con metamorfosis inverosímiles y a la vez convincentes. Pareciera como si los límites cambiaran de escenario; permutaran de los espacios reales al espacio intelectual de los artistas. Y esta es una suerte que hasta ahora parece privativa de tales soluciones tecnológicas, que discurren desde las convencionales animaciones 2D hasta las más sofisticadas y complejas animaciones 3D.

Por último quisiera llamar la atención sobre un aspecto, a mi juicio, aleccionador que se refiere a ese halo ambiguo que envuelve a casi todas estas obras por la aparente incompatibilidad entre los temas "serios" y la estética de los "muñequitos". Porque -y no sé por qué, o sí- cada vez que nos enfrentamos a una animación estamos preparados para el chiste, para el gag inesperado que se justifica en una visualidad "infantil" y carente de grandes especulaciones formales. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, esa cualidad "infantil" transmite una crudeza tan áspera o más que la más descarnada de las imágenes documentales. Y de eso va esta muestra: de un universo adulto, convulso, a veces desesperanzador, visto desde un imaginario que le guiña a este mundo absurdo sin la paranoia de los mayores.

Dra. Teresa Bustillo.

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