Por José Raúl Gallego Ramos (Tomado de Adelante.cu)
Camagüey.- En cualquier lugar del mundo todo evento que aspire a la continuidad debe hacer frente a un gran reto: mantenerse visible durante el largo período en que se gesta la preparación de su próxima edición. Y digo visible y no activo, porque cualquier persona familiarizada con la organización de certámenes, sabe que el tiempo de preparación es tan dinámico y agotador para los implicados, como la propia realización del evento.
Sin embargo, esto no es suficiente. Si el evento no tiene la capacidad de hacerse notar en ese tiempo, de dejarse ver entre sus seguidores y los nuevos interesados que puedan aparecer; pues entonces corre el riesgo de borrarse de la memoria cultural de la gente y de su territorio y reaparecer cada cierto tiempo como un perezoso oso pardo que despierta de su período de hibernación, lo cual, a la larga, atentará contra la representación social y la seriedad del propio evento.
Al parecer, esto es algo que han comprendido a tiempo los organizadores del Festival Internacional de Videoarte de Camagüey, certamen bianual que desde hace varios meses cuenta con el espacio “FIVAC en Movimiento” donde se exponen obras que han participado en las cinco ediciones anteriores.
Los últimos viernes de cada mes, a las cinco de la tarde, el público que asista a la Galería de Arte Universal Alejo Carpentier de Camagüey, puede recordar o ver por primera vez, buena parte de los videoartes que conforman el copioso fondo documental de FIVAC, que ya rebasa las dos mil piezas procedentes de más de un centenar de países y cuenta con obras de reconocidos videocreadores.
Este nuevo empeño de los organizadores del FIVAC es tan loable como la propia realización del festival, sobre todo si tiene en cuenta que este es un evento autofinanciado creado por iniciativa del artista Jorge Luis Santana y que no se gesta al interior de ninguna institución, lo cual dificulta no solo el acceso a la infraestructura necesaria para la realización de determinadas actividades sino que también atenta contra el apoyo que pueda recibir, ya que para nadie es un secreto los costos de mantener proyectos independientes en un contexto altamente institucionalizado y donde este tipo de acciones constituyen rara avis no siempre bien mirados o comprendidos por quienes tienen el poder de decidir y permitir.
Sin embargo, la concreción de “FIVAC en Movimiento” es solo un paso, pues como todo en la vida, el reto no está en llegar, sino en mantenerse… y hacerlo bien. Y esto exige altas cuotas de esfuerzo y creatividad de los organizadores que no pueden permitir que el espacio caiga en la monotonía rutinaria tan característica de muchas peñas habituales y que a la larga las lleva a desaparecer o a perpetuarse como fósiles empolvados que esperan de cuando en cuando la llegada de algún espectador que entre a mirarlas aunque sea por unos minutos.
En este sentido, además de la exposición de obras, puede acudirse a la realización de debates que incluso trasciendan las fronteras –si es que existen- de la videocreación, organizar conferencias, talleres, conversatorios con críticos y videoartistas, análisis de tendencias, de las decisiones del jurado, reabrir la reflexión sobre los eventos teóricos que se incluyen en el festival, en fin, que son muchas las acciones que pueden proyectarse para convertir a “FIVAC en Movimiento” en un verdadero espacio participativo que enriquezca y diversifique la aún insuficiente vida cultural de la provincia. Aunque como es lógico, para esto no basta con las buenas intenciones; también hace falta apoyo, ese apoyo que por momentos se disipa y reaparece “oportunamente” junto con las cámaras y los micrófonos.
No obstante, el primer paso ya está dado. Así que enhorabuena para los responsables de FIVAC que continúan en su lucha por defender y hacer notar una manifestación artística que debe mucho de su desarrollo en nuestro país a este proyecto descentralizador, que apuesta cada día por la promoción de dinámicas colaborativas y por romper con las estructuras verticales y excluyentes, tanto en el arte, como en la vida misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario